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ADQUISICIÓN DEL PEDIDO
PROYECTO DE INGENIERÍA DE BASE Y DE DETALLE
SUMINISTRO DE MATERIALES
MONTAJE
PUESTA EN FUNCIONAMIENTO DE LA INSTALACIÓN
OPTIMIZACIÓN DEL RENDIMIENTO
TIEMPO DE REALIZACIÓN: 12 MESES
En el corazón del mar Rojo, OMC instala una instalación con una capacidad de 4.000 m³/día que funciona en dos líneas paralelas e independientes, cada una de ellas con una capacidad de producción de 2.000 m³/día.
El agua de mar es transportada a un tanque colector mediante la utilización de cinco pozos distribuidos en diferentes puntos de la aldea; en este tanque se dosifica hipoclorito de sodio para inhibir la carga bacteriana eventualmente presente. A través de una estación de elevación, el agua de mar es enviada al proceso siguiente, que consiste en la filtración con arena. En línea se dosifica un coagulante, antes de la filtración, para favorecer la eliminación de las sustancias coloidales y reducir el valor SDI (Silt Density Index).
La estación de filtración de arena está constituida por un set de filtros de presión de fibra de vidrio, con funcionamiento automático. El agua filtrada es recogida en un tanque; periódicamente se utiliza una cierta cantidad de esta agua para el contralavado de los filtros de arena, mediante la utilización de una estación de bombeo independiente; además, en la salida de la arena de los filtros, los valores de cloro residual, caudal y SDI son monitorizados continuamente. Posteriormente el agua filtrada es bombeada a las dos unidades de ósmosis inversa; en cada línea se dosifican productos químicos aptos para impedir la precipitación de las sales sobre las membranas osmóticas; además, antes de entrar en la unidad de ósmosis inversa, se dosifica un producto reductor para eliminar la presencia residual (hasta ese momento necesaria) de oxidantes como el cloro.
Para cada una de las líneas de alimentación a las unidades de ósmosis inversa, está instalada una batería de filtros de cartucho de seguridad, con un grado de filtración de 5 micras.
La ósmosis “inversa” es el proceso que se verifica cuando una solución salina se pone en contacto con una membrana permeable al agua (y no a los sólidos disueltos), a una presión superior a la presión osmótica de la solución. A través de la membrana se produce el paso de una solución (permeado) con contenido salino inferior al inicial, mientras que en el exterior de la membrana se forma una solución rica en sales (concentrado).
El agua pretratada tiene una presión residual de aproximadamente 2- 2,5 bar, apta para alimentar las unidades de ósmosis inversa. En cada tren de ósmosis inversa está instalada una unidad de recuperación de energía.
Este sistema, prácticamente libre de mantenimiento, se denomina Pressure Exchanger. El sistema PX instalado es una unidad de desplazamiento directo que reduce la capacidad de la bomba de alimentación de alta presión, con un significativo ahorro desde el punto de vista energético (alrededor del 40 %). La energía producida por el concentrado transfiere su presión a un flujo de alimentación de la misma magnitud, desviado hacia la unidad. Si bien esto ocurre con una eficiencia muy elevada, es necesaria una bomba auxiliar para aumentar la presión de alimentación a los módulos osmóticos en aproximadamente 3 bar.
Toda el agua producida es enviada a un gran tanque colector en el cual, para garantizar su potabilidad, se dosifica hipoclorito de sodio para la desinfección final e hidróxido de sodio para la corrección del pH y la alcalinidad.
En la instalación de desalinización descrita, el instrumental de campo garantiza la constante monitorización de los parámetros de proceso, controlados por la automatización y a través del panel de control. El software de control y supervisión está incluido en el suministro; el puesto del operador, que incluye un ordenador, monitoriza el proceso con páginas gráficas que ilustran el layout de la instalación, los puntos de control y una impresora. El software de supervisión permite la monitorización y la completa interacción con el proceso, mediante páginas gráficas en colores dedicados que representan el layout del flujo del sistema, las diferentes máquinas operadoras y los instrumentos de campo; además, la supervisión también se puede realizar desde una estación remota.
A pesar de las precauciones, de un eficaz pretratamiento y de un correcto mantenimiento de la instalación, con el tiempo puede verificarse un progresivo atascamiento de los módulos osmóticos.
El período de atascamiento de las membranas depende de la eficiencia del sistema de pretratamiento y de la eficacia del producto antiprecipitante utilizado. Existen pocas instalaciones en las que nunca es necesario realizar procedimientos de lavado e instalaciones en las que estas operaciones se deben realizar solo una vez por año o incluso una vez cada dos años. En todo caso, OMC recomienda realizar lavados periódicos, al menos una o dos veces por año, para mantener las membranas siempre en perfecta eficiencia.
Es fundamental lavar las membranas en el estadio inicial de atascamiento.
El lavado se recomienda cuando uno o más de los siguientes parámetros cambia en un 10 – 15 %:
– aumento de la conductividad del permeado
– aumento de la diferencia de presión
– aumento de la presión en alimentación
– disminución de la producción
Esta operación de lavado químico de las membranas se realiza aproximadamente en 2 horas.
En el corazón del mar Rojo, OMC instala una instalación con una capacidad de 4.000 m³/día que funciona en dos líneas paralelas e independientes, cada una de ellas con una capacidad de producción de 2.000 m³/día.
El agua de mar es transportada a un tanque colector mediante la utilización de cinco pozos distribuidos en diferentes puntos de la aldea; en este tanque se dosifica hipoclorito de sodio para inhibir la carga bacteriana eventualmente presente. A través de una estación de elevación, el agua de mar es enviada al proceso siguiente, que consiste en la filtración con arena. En línea se dosifica un coagulante, antes de la filtración, para favorecer la eliminación de las sustancias coloidales y reducir el valor SDI (Silt Density Index).
La estación de filtración de arena está constituida por un set de filtros de presión de fibra de vidrio, con funcionamiento automático. El agua filtrada es recogida en un tanque; periódicamente se utiliza una cierta cantidad de esta agua para el contralavado de los filtros de arena, mediante la utilización de una estación de bombeo independiente; además, en la salida de la arena de los filtros, los valores de cloro residual, caudal y SDI son monitorizados continuamente. Posteriormente el agua filtrada es bombeada a las dos unidades de ósmosis inversa; en cada línea se dosifican productos químicos aptos para impedir la precipitación de las sales sobre las membranas osmóticas; además, antes de entrar en la unidad de ósmosis inversa, se dosifica un producto reductor para eliminar la presencia residual (hasta ese momento necesaria) de oxidantes como el cloro.
Para cada una de las líneas de alimentación a las unidades de ósmosis inversa, está instalada una batería de filtros de cartucho de seguridad, con un grado de filtración de 5 micras.
La ósmosis “inversa” es el proceso que se verifica cuando una solución salina se pone en contacto con una membrana permeable al agua (y no a los sólidos disueltos), a una presión superior a la presión osmótica de la solución. A través de la membrana se produce el paso de una solución (permeado) con contenido salino inferior al inicial, mientras que en el exterior de la membrana se forma una solución rica en sales (concentrado).
El agua pretratada tiene una presión residual de aproximadamente 2- 2,5 bar, apta para alimentar las unidades de ósmosis inversa. En cada tren de ósmosis inversa está instalada una unidad de recuperación de energía.
Este sistema, prácticamente libre de mantenimiento, se denomina Pressure Exchanger. El sistema PX instalado es una unidad de desplazamiento directo que reduce la capacidad de la bomba de alimentación de alta presión, con un significativo ahorro desde el punto de vista energético (alrededor del 40 %). La energía producida por el concentrado transfiere su presión a un flujo de alimentación de la misma magnitud, desviado hacia la unidad. Si bien esto ocurre con una eficiencia muy elevada, es necesaria una bomba auxiliar para aumentar la presión de alimentación a los módulos osmóticos en aproximadamente 3 bar.
Toda el agua producida es enviada a un gran tanque colector en el cual, para garantizar su potabilidad, se dosifica hipoclorito de sodio para la desinfección final e hidróxido de sodio para la corrección del pH y la alcalinidad.
En la instalación de desalinización descrita, el instrumental de campo garantiza la constante monitorización de los parámetros de proceso, controlados por la automatización y a través del panel de control. El software de control y supervisión está incluido en el suministro; el puesto del operador, que incluye un ordenador, monitoriza el proceso con páginas gráficas que ilustran el layout de la instalación, los puntos de control y una impresora. El software de supervisión permite la monitorización y la completa interacción con el proceso, mediante páginas gráficas en colores dedicados que representan el layout del flujo del sistema, las diferentes máquinas operadoras y los instrumentos de campo; además, la supervisión también se puede realizar desde una estación remota.
A pesar de las precauciones, de un eficaz pretratamiento y de un correcto mantenimiento de la instalación, con el tiempo puede verificarse un progresivo atascamiento de los módulos osmóticos.
El período de atascamiento de las membranas depende de la eficiencia del sistema de pretratamiento y de la eficacia del producto antiprecipitante utilizado. Existen pocas instalaciones en las que nunca es necesario realizar procedimientos de lavado e instalaciones en las que estas operaciones se deben realizar solo una vez por año o incluso una vez cada dos años. En todo caso, OMC recomienda realizar lavados periódicos, al menos una o dos veces por año, para mantener las membranas siempre en perfecta eficiencia.
Es fundamental lavar las membranas en el estadio inicial de atascamiento.
El lavado se recomienda cuando uno o más de los siguientes parámetros cambia en un 10 – 15 %:
– aumento de la conductividad del permeado
– aumento de la diferencia de presión
– aumento de la presión en alimentación
– disminución de la producción
Esta operación de lavado químico de las membranas se realiza aproximadamente en 2 horas.
ADQUISICIÓN DEL PEDIDO
BASIC AND DETAILED ENGINEERING PROJECT
SUPPLY OF MATERIALS
ASSEMBLY
SYSTEM START-UP
OPTIMISATION OF PERFORMANCES
CONSTRUCTION TIME 12 MONTHS
En el corazón del mar Rojo, OMC instala una instalación con una capacidad de 4.000 m³/día que funciona en dos líneas paralelas e independientes, cada una de ellas con una capacidad de producción de 2.000 m³/día.
El agua de mar es transportada a un tanque colector mediante la utilización de cinco pozos distribuidos en diferentes puntos de la aldea; en este tanque se dosifica hipoclorito de sodio para inhibir la carga bacteriana eventualmente presente. A través de una estación de elevación, el agua de mar es enviada al proceso siguiente, que consiste en la filtración con arena. En línea se dosifica un coagulante, antes de la filtración, para favorecer la eliminación de las sustancias coloidales y reducir el valor SDI (Silt Density Index).
La estación de filtración de arena está constituida por un set de filtros de presión de fibra de vidrio, con funcionamiento automático. El agua filtrada es recogida en un tanque; periódicamente se utiliza una cierta cantidad de esta agua para el contralavado de los filtros de arena, mediante la utilización de una estación de bombeo independiente; además, en la salida de la arena de los filtros, los valores de cloro residual, caudal y SDI son monitorizados continuamente. Posteriormente el agua filtrada es bombeada a las dos unidades de ósmosis inversa; en cada línea se dosifican productos químicos aptos para impedir la precipitación de las sales sobre las membranas osmóticas; además, antes de entrar en la unidad de ósmosis inversa, se dosifica un producto reductor para eliminar la presencia residual (hasta ese momento necesaria) de oxidantes como el cloro.
Para cada una de las líneas de alimentación a las unidades de ósmosis inversa, está instalada una batería de filtros de cartucho de seguridad, con un grado de filtración de 5 micras.
La ósmosis “inversa” es el proceso que se verifica cuando una solución salina se pone en contacto con una membrana permeable al agua (y no a los sólidos disueltos), a una presión superior a la presión osmótica de la solución. A través de la membrana se produce el paso de una solución (permeado) con contenido salino inferior al inicial, mientras que en el exterior de la membrana se forma una solución rica en sales (concentrado).
El agua pretratada tiene una presión residual de aproximadamente 2- 2,5 bar, apta para alimentar las unidades de ósmosis inversa. En cada tren de ósmosis inversa está instalada una unidad de recuperación de energía.
Este sistema, prácticamente libre de mantenimiento, se denomina Pressure Exchanger. El sistema PX instalado es una unidad de desplazamiento directo que reduce la capacidad de la bomba de alimentación de alta presión, con un significativo ahorro desde el punto de vista energético <strong>(alrededor del 40 %).</strong> La energía producida por el concentrado transfiere su presión a un flujo de alimentación de la misma magnitud, desviado hacia la unidad. Si bien esto ocurre con una eficiencia muy elevada, es necesaria una bomba auxiliar para aumentar la presión de alimentación a los módulos osmóticos en aproximadamente 3 bar.
Toda el agua producida es enviada a un gran tanque colector en el cual, para garantizar su potabilidad, se dosifica hipoclorito de sodio para la desinfección final e hidróxido de sodio para la corrección del pH y la alcalinidad.
En la instalación de desalinización descrita, el instrumental de campo garantiza la constante monitorización de los parámetros de proceso, controlados por la automatización y a través del panel de control. El software de control y supervisión está incluido en el suministro; el puesto del operador, que incluye un ordenador, monitoriza el proceso con páginas gráficas que ilustran el layout de la instalación, los puntos de control y una impresora. El software de supervisión permite la monitorización y la completa interacción con el proceso, mediante páginas gráficas en colores dedicados que representan el layout del flujo del sistema, las diferentes máquinas operadoras y los instrumentos de campo; además, la supervisión también se puede realizar desde una estación remota.
A pesar de las precauciones, de un eficaz pretratamiento y de un correcto mantenimiento de la instalación, con el tiempo puede verificarse un progresivo atascamiento de los módulos osmóticos.
El período de atascamiento de las membranas depende de la eficiencia del sistema de pretratamiento y de la eficacia del producto antiprecipitante utilizado. Existen pocas instalaciones en las que nunca es necesario realizar procedimientos de lavado e instalaciones en las que estas operaciones se deben realizar solo una vez por año o incluso una vez cada dos años. En todo caso, OMC recomienda realizar lavados periódicos, al menos una o dos veces por año, para mantener las membranas siempre en perfecta eficiencia.
Es fundamental lavar las membranas en el estadio inicial de atascamiento.
El lavado se recomienda cuando uno o más de los siguientes parámetros cambia en un 10 – 15 %:
– aumento de la conductividad del permeado
– aumento de la diferencia de presión
– aumento de la presión en alimentación
– disminución de la producción
Esta operación de lavado químico de las membranas se realiza aproximadamente en 2 horas.
PRESENTACIÓN OFERTA Y TRATATIVA COMERCIAL, EN CASO DE PEDIDO
PROYECTO DE INGENIERÍA DE BASE Y DE DETALLE
SUMINISTRO DE MATERIALES
MONTAJE
PUESTA EN FUNCIONAMIENTO DE LA INSTALACIÓN
OPTIMIZACIÓN DEL RENDIMIENTO
TIEMPO DE REALIZACIÓN: 12 MESES